martes, 26 de febrero de 2013

LA FIBROMIALGIA Y LA MEDICINA BIOLÓGICA (I)

el Diario de Otún
OPINION
Gustavo Adolfo Guacaneme González
Imagen seleccionada de la Web
Actualmente llama mucho la atención que en nuestra consulta diaria cada vez estemos viendo más pacientes con una enfermedad conocida como fibromialgia que en verdad es discapacitante, dolorosa y de difícil tratamiento.
Pero para poder tener una visión más amplia acerca de como la medicina biológica puede aportar una serie de métodos terapéuticos bastante efectivos para el manejo de dicha enfermedad, es necesario que hagamos una reseña de sus posibles causas y síntomas más sobresalientes. 
Se entiende por fibromialgia un grupo de síntomas y trastornos musculoesqueléticos que se caracterizan fundamentalmente por dolor muscular generalizado, rigidez en músculos, tendones y tejidos blandos que se encuentran alrededor de los mismos, cansancio y fatiga extrema con trastornos psíquicos que pueden ir desde alteraciones del sueño hasta trastornos de la memoria y episodios depresivos con crisis de ansiedad. 
La fibromialgia es más frecuente en las mujeres que en los hombres y se observa principalmente entre los 20 y los 50 años de edad pero lo más impactante es que se considera que alrededor del 90% de pacientes que deberían estar incluidos dentro del cuadro clínico de fibromialgia se encuentran sin diagnóstico esto también debido a que muchos profesionales no la consideran como una enfermedad sino como un conjunto de síntomas correspondiente a enfermedades reumatológicas, neurológicas o inmunológicas de difícil diagnostico.
Por esta razón la falta de un diagnóstico exacto hace que estos pacientes inicien un peregrinaje por entidades, clínicas, profesionales, terapias etc., que en muchos casos en vez de mejorar empeoran la sintomatología del paciente.
Las causas de la fibromialgia no han podidos ser aclaradas con exactitud, por eso nombraremos las situaciones por las cuales puede ser causada o agravada y empezaremos por decir que existe un factor de predisposición genética, siendo 8 veces más frecuente entre miembros de una misma familia. 
Las situaciones de conflicto psicosomático como la ansiedad, la depresión generada por estados de duelo personal o el estrés, podrían ser factores desencadenantes de la fibromialgia.
Los trastornos de sueño generados por un traumatismo físico o una enfermedad pueden ser el punto de partida del dolor crónico que caracteriza a este padecimiento. Se habla también de factores ambientales como reacciones alérgicas a metales ya sea una restauración dental, prótesis metálicas, cosméticos, tatuajes, joyas y piercings, vacunas o tratamientos con sales metálicas.
También se observan casos de fibromialgia en pacientes que tienen enfermedades que debilitan el organismo como la artritis reumatoidea y el lupus eritematoso o incluso en personas que hayan padecido infecciones virales o bacterianas.
Adicionalmente también se habla como factores desencadenantes, la exposición excesiva a la humedad o el frío, accidentes automovilísticos en incluso la misma fibromialgia como tal puede aparecer sin ningún factor predisponente siendo igual de dolorosa y generando la misma limitación funcional.
Imagen seleccionada de la Web