lunes, 31 de diciembre de 2012

¡¡¡BIENVENIDO 2013!!!

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¡¡¡AÑO NUEVO, NUEVAS METAS.
TODO LO PODEMOS,
CON CRISTO JESÚS QUE NOS DA LA FUERZA!!!
Que el Nuevo Año,
signifique un tiempo de Prosperidad Integral,
donde se cumplan nuestros mejores propósitos.
Que consolidemos las bases más firmes de nuestra vida,
y fortalezcamos los vínculos que valgan la pena.
Que Dios nos Bendiga con Buena Salud,
con Amistades auténticas, sin dobleces.
Y ante todas las circunstancias,
el Amor, los Afectos y las Vivencias Positivas
unos con otros;
pesen más que las diferencias.

¡¡¡BIENVENIDO 2013!!!
¡¡¡SALUD, PAZ Y BIENAVENTURANZAS 
EN EL N. d. JESÚS,
PARA TODAS Y TODOS
DESDE FIBROMYRIAN FIBROMIALGIA!!!
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domingo, 30 de diciembre de 2012

HUMANIZAR EL ABORDAJE DEL DOLOR Y DEL SUFRIMIENTO

José Carlos Bermejo
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Con frecuencia utilizamos como sinónimos la palabra dolor y sufrimiento. Obviamente son distintas, pudiéndose dar sufrimiento sin dolor. En ocasiones, ante la contemplación de lo que no podemos aliviar con fármacos (dolor), encontramos dificultad en la relación. Es muy fácil no saber qué decir ante el sufrimiento inevitable, asociado por ejemplo a la dependencia, a la pérdida de un ser querido, al sentimiento de vacío existencial, al envejecimiento no vivido en positivo.
En otras ocasiones, interpretamos el sufrimiento con categorías culturales (y a veces religiosas) que en lugar de ayudar a vivir sanamente, incrementan la percepción de malestar.
Por eso, parece urgente un planteamiento humanizador del abordaje del sufrimiento humano que contribuya a sanar el modo de pensar, el modo de sentir y el modo de acompañar.
1. DOLOR Y SUFRIMIENTO
Es obvio que no es lo mismo dolor que sufrimiento. Sin embargo, no siempre las profesiones sanitarias y de prestación de servicios sociales y el modo espontáneo de expresarnos, recogen la diferencia.
El dolor producido por daño tisular puede ser causa de sufrimiento, pero puede existir sufrimiento sin dolor. Incluso cabe preguntarse si con nuestra actitud no estamos contribuyendo también a disminuir el dolor y –en ocasiones- a aumentar el sufrimiento, sobre todo cuando canjeamos una vida más corta y una muerte más rápida por vidas más prolongadas y muertes más lentas.
Cassel refiere que el sufrimiento es el estado de malestar inducido por la amenaza de la pérdida de la integridad o desintegración de la persona, con independencia de su causa. Las personas que padecen dolor declaran con frecuencia que únicamente sufren cuando su origen es desconocido, cuando creen que no puede ser aliviado, cuando su significado es funesto, cuando lo perciben como una amenaza.
El dolor, dice Ramón Bayés, se transforma en sufrimiento cuando se teme su prolongación, reaparición o intensificación en el futuro sin posibilidad de control.
La International Association for the Study of Pain (IASP) define el dolor como “la experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a lesiones hísticas reales o probables, o descritas en función de tales daños”; mientras que define el sufrimiento como “la respuesta negativa inducida por el dolor y también por el miedo, la ansiedad, el estrés, la pérdida de objetos afectivos y otros estados psicológicos”.
Es obvio, pues, que al hablar de sufrimiento estamos pensando en un estado afectivo, cognitivo y negativo complejo caracterizado por la sensación que experimenta la persona de encontrarse amenazada en su integridad, por su sentimiento de impotencia para hacer frente a esta amenaza y por el agotamiento de los recursos personales y psicosociales que le permitirían afrontarla. Y esto es fácil encontrarlo cuando no hay estímulos nociceptivos que producen dolor. Una persona mayor puede sufrir –como todo ser humano- por perder a un ser querido, por sentir inseguridad habitacional, por no poder caminar solo, por hacer experiencia de inutilidad o sentirse un peso para los demás, y por tantas otras causas.
Hablar de sufrimiento es hablar de indefensión percibida, de sensación de amenaza y el sentimiento de impotencia. En el sufrimiento lo importante no son los síntomas, sino las valoraciones de intensidad amenazadora que los síntomas suscitan en las personas. En la cultura medicalizada como la que vivimos, describimos fácilmente el sufrimiento con el lenguaje del dolor.
Humanizar los servicios a las personas mayores comporta no sólo identificar y controlar síntomas, rehabilitar o intentar curar, sino determinar el grado vivencial de amenaza experimentada por cada una de las personas mayores. Basarse en exceso en la morfina y apenas prestar atención a la dimensión psicológica puede dar lugar a dolor intratable.
Quizás deberíamos rescatar la conciencia de que el objetivo de las profesiones sanitarias no es prevenir y curar las enfermedades exclusivamente, sino también ayudar a las personas a morir en paz, a vivir sanamente el sufrimiento inevitable. Por eso, hemos de decir que no se trata ya de preservar la vida a cualquier precio sino de aliviar en lo posible el sufrimiento y tratar de conservar la vida que, a juicio de cada persona y de la comunidad, merezca ser vivida.
2. VIVIR SANAMENTE EL SUFRIMIENTO
Si ante el dolor, la estrategia más saludable es su alivio farmacológico, después de ser interpretado, ante el sufrimiento, creemos que son los recursos relacionales los más importantes para desplegarlos en un sano acompañamiento humanizado.
Sabemos que hay planteamientos poco saludables en torno al sufrimiento. Hay quien lo vive como un castigo, quien lo interpreta como una fatalidad (fatum, destino), quien lo califica como una fuente de méritos u oportunidad de purificación.
Pero rápidamente surge la pregunta sobre la antropología y la cultura subyacente a estas y otras interpretaciones enfermizas. Antes hablábamos fácilmente de resignación y hoy somos conscientes del peligro que tiene por su connotación de pasividad. Más tarde hemos conjugar el verbo aceptar. Aceptar el sufrimiento comporta también el peligro real de arrastrar una actitud de pasividad. Sin duda, en la relación con las personas que sufren experimentamos la necesidad de purificar el lenguaje sobre el sufrimiento.
Conviene hacer algunas distinciones. Hay que distinguir entre el sufrimiento producido por la naturaleza, por nuestra condición de finitud, de criaturas; el sufrimiento que es consecuencia de nuestra libertad mal empleada, es decir el que nos procuramos unos a otros mediante acciones agresivas, inhumanas, mediante omisiones o caminos no adecuados (¡cuánto mal se podría evitar con comportamientos sanos a nivel personal, interpersonal, comunitario, político...!); y sufrimiento asociado al amor y al servicio, es decir el resultado de quien por opción libre apuesta por trabajar por construir una humanidad mejor y ello le acarrea como consecuencia esfuerzo, contrariedades, oposiciones, etc.
El primero reclama nuestra limitación natural, que se traduce en enfermedades y limitaciones; el segundo reclama nuestra libertad de hacer el bien o el mal; y el tercero evoca que no se puede amar sin sufrir.
Pues bien, de modo sintético podemos decir que algunas claves para vivir sanamente el sufrimiento podrían ser:
- Eliminar el sufrimiento que potencialmente puede desaparecer controlando los síntomas que producen displacer (incluido, obviamente el dolor).
- Luchar contra el sufrimiento injusto, particularmente el que nos procuramos unos a otros con nuestras conductas, con los malos tratos, con la injusta distribución de los recursos socio-sanitarios, ayudas técnicas, etc.
- Eliminar el sufrimiento innecesario que a veces se produce por no usar bien los fármacos que nos pueden aliviar, ayudar a dormir y descansar, aliviar síntomas que nos empeñamos en no controlar pudiendo ser controlados.
- Luchar contra el sufrimiento evitable, tanto antes de que se haya producido como después de que se ha producido su causa o la valoración cognitiva de aquello que lo desencadena.
- Mitigar, en lo posible, el sufrimiento inevitable, ese que no podemos eliminar porque nos duele perder a un ser querido, tomar conciencia de nuestra limitación, etc.
- Integrar el sufrimiento que no se puede superar, haciendo lo posible por convertirle en maestro de vida, en lugar de en fuente de hundimiento emocional o vacío existencial.
Digamos, amparados en la logoterapia de Frankl, que somos libres, en el fondo, del modo como vivimos lo que no podemos cambiar.
3. CRECER EN EL SUFRIMIENTO INEVITABLE (RESILIENCIA).
Con el proceso del envejecimiento, los seres humanos nos “inclinamos hacia abajo”, nos “doblamos como las palmeras”. Esta metáfora de las palmeras, que dejan pasar los fuertes vientos, se doblan y agachan su cabeza, pero se recobran y siguen creciendo después de las tormentas, robusteciendo así su tronco su resistencia, es utilizada para hablar de la resiliencia. Es un tipo de respuesta general de fortaleza ante la crisis.
Inicialmente, la palabra usada ahora tanto en el ámbito de la psicología y la espiritualidad, procede de la física para identificar la cualidad de algunos materiales para resistir y recuperarse ante el embate de una fuerza externa.
UN MODO DE VIVIR EL SUFRIMIENTO
La resiliencia personal consiste en tener la capacidad de afrontar la crisis, reconstruirse y no perder la capacidad de amar, de luchar, de resistir; antes bien, potenciar los recursos interiores para luchar.
Es el arte de no dejarse arrastrar por el impacto de un mar embravecido en medio de la tempestad personal en la que experimentamos nuestra embarcación amenazada, quizás sin rumbo. La persona resiliente se mantiene y logra un nuevo rumbo aún más interesante y consistente que antes de la tormenta. No se deja arrastrar hacia donde el oleaje golpea y donde parece querer hundir la embarcación.
La persona resiliente no es invulnerable, no niega la crisis, no es impasible ante la adversidad. En el interior de la persona resiliente, bajo la aparente debilidad (la palmera que se dobla), hay una fortaleza. Ramón y Cajal decía que “los débiles sucumben no por ser débiles, sino por ignorar que lo son”.
De hecho, es sabido cómo mucho de nuestro sufrimiento con ocasión de las crisis que experimentamos, como las que sobrevienen con ocasión del envejecimiento, tiene su raíz no en lo que nos hiere sino en la manera en que elegimos manejar y vivir esa herida.
Sabemos, por ejemplo que bajo la aparente debilidad del que llora, suele esconderse la fortaleza de quien ama. O como diría el gran médico sir William Osler, “la herida que no encuentra su expresión en lágrimas puede causar que los órganos lloren”. Y eso es enfermar.
Si nuestra forma de gestionar los sentimientos ante el envejecimiento y sus crisis influye en la potencialidad resiliente, nuestra forma de pensar tiene igualmente su influjo. Nuestra respuesta mental ante la adversidad puede ser manejada de una manera positiva, optimista, de tal modo que, de la dificultad, salgamos reforzados.
CULTIVO INTERIOR
Nos estamos empeñando, en nuestros días, en quitar importancia –cuando no denigrar- cuanto tiene que ver con la espiritualidad. Nos estamos empeñando en pensar que “hay que ver para creer”, olvidando que es más verdad que “hay que creer para ver”, sobre todo para ver lo más importante, lo que alcanza a ver sólo el corazón.
Es obvio que el cultivo de la vida interior, de la capacidad reflexiva, de la capacidad trascendente, de la referencia a lo más genuinamente humano, de la sabiduría del corazón, de los valores, es la mejor plataforma para atravesar las tempestades y salir fortalecidos de ellas o atravesarlas de manera elegante.
La inteligencia emocional subraya algunos de estos elementos, tales como el autoconocimiento, el autocontrol emocional, la capacidad de motivarse a sí mismo, como competencias intrapersonales susceptibles de ser desarrolladas, además de las competencias interpersonales.
Lao Tsé decía “conocer a otros es conocimiento, conocerse a sí mismo es sabiduría”. Y así podemos encontrar dentro de nosotros mismos esas potencialidades de soñar despiertos sin ser ingenuos, de desear y trabajar por el bien en medio de lo que a primera vista nos hace mal.
No es una actitud dolorista la que esconde la resiliencia. No se trata de una actitud ensalzadora del dolor en sí mismo, que no dejaría de ser un posicionamiento enfermizo ante la adversidad. Aunque, ¡quién sabe qué querían decir nuestros antepasados cuando utilizaban palabras como resignación! Es posible que en la intención del que exhortaba piadosamente a adoptar esta actitud, estuviera una propuesta activa, aunque hoy tenga para nosotros una clara connotación de pasividad y derrotismo.
De hecho, algunos diccionarios recogen aspectos positivos como la paciencia y la conformidad ante las adversidades, sin connotación de pasividad. Otros, refieren además de conformidad y paciencia ante obstáculos y adversidades, la variable tolerancia.
VOLUNTAD DE SENTIDO
Diríamos que es más bien la proactividad –y no la pasividad- la que es capaz de indicar la potencialidad resiliente. La persona proactiva es aquella que toma la iniciativa, toma las riendas de su propia vida, se siente responsable incluso ante lo que no puede cambiar, se siente libre ante aquello en medio de lo paradójicamente “se siente esclavo”.
Desde la perspectiva de la logoterapia, diríamos que la disposición de buscar un para qué a todo lo que nos ocurre, aunque no comprendamos el porqué, forma parte de esta voluntad de crecer en las crisis.
Esta voluntad es lo contrario de la indiferencia o la apatía, que nos impide, en tantas ocasiones, comprometernos con nosotros mismos y con los demás.
La resiliencia, en último término, es el resultado de múltiples procesos que contrarrestan las situaciones nocivas o de crisis. Se trata de una dinámica en la cual se podrían señalar algunos elementos tales como: la defensa y la protección de uno mismo, el equilibrio ante la tensión, el compromiso ante lo que sucede, la responsabilidad activa, el empeño por la superación, la capacidad de dar un sentido y reorientar la propia vida en la crisis, la visión positiva en medio de la negatividad, la capacidad creativa de reacción.
Nietzsche lo diría así: “lo que no me destruye, me hace más fuerte”.
El doctor Gerónimo Acevedo, autor de “El modo humano de enfermar”, dice que el verbo madurar sólo puede conjugarse en gerundio. Entre sus expresiones, nos encontramos ésta:
Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras porque se volverán actos.
Cuida tus actos porque se volverán costumbres.
Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida.
Quizás sea éste uno de los objetivos del acompañamiento hecho de relaciones de ayuda a las personas mayores: fomentar la resiliencia en las crisis propias del envejecimiento; fomentar, en último término, un modo sano de vivir el sufrimiento inevitable y aliviar todo dolor y sufrimiento evitable.
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viernes, 28 de diciembre de 2012

PREMIADAS POR UN AMBIENTE SALUDABLE

FUENTE: http://www.abc.com.py   28 de diciembre de 2012-12-28 11: 55
Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) de la República del Paraguay
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El Ministerio de Salud entregó un reconocimiento este viernes a ocho empresas por contar con ambientes laborales saludables. El objetivo es potenciar la condición de salud del trabajador y fortalecer la productividad laboral.
Luminotecnia, OPS/OMS Paraguay, Unilever Paraguay, Bebidas del Paraguay S.A., Puma Energy Paraguay S.A. y el Instituto Nacional de Tecnología y Normalización fueron las empresas premiadas por la cartera sanitaria.
El proyecto Ambiente de Trabajo Saludable, iniciado en abril pasado, se basa en pilares como práctica de actividad física (pausa activa), inclusión de alimentación saludable y un ambiente 100% libre de contaminantes y de humo de tabaco.
La doctora Gilda Benítez comentó que durante una evaluación realizada de unos 3.000 trabajadores, en algunos de ellos se evidenció una elevada prevalencia de tabaquismo, en otros sobrepeso y obesidad.
Según las estadísticas, durante el 2010 más de 7.000 personas murieron por enfermedades cardiovasculares, 3.500 fallecieron como consecuencia del cáncer, y además unos 1.000 pacientes a consecuencia de la diabetes y otras enfermedades crónicas.
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jueves, 27 de diciembre de 2012

CUANDO A LOS CHICOS “LES DUELE TODO”

Fuente: Josefina Edelstein (www.lavoz.com.ar), publicado en http://fibromialgico.blogspot.com
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A continuación reposteo esta nota tomada de “La Voz de la Argentina”, en donde se habla de la Fibromialgia en chicos y jóvenes, un tema que vale la pena tener en cuenta.
Hasta hoy no se sabe qué es lo que causa el dolor difuso y crónico que sienten las personas con Fibromialgia, pero existe un gran debate al respecto por la variedad de factores concomitantes. Entre ellos se encuentran el estrés y los conflictos familiares.
Sin embargo, esta enfermedad es poco conocida por los médicos, lo que lleva a que los pacientes consulten a varios profesionales y les cueste encontrar respuesta a su problema, lo que se acentúa cuando se trata de chicos en edad escolar.
Dos aspectos la caracterizan y definen: Dolor crónico generalizado y puntos dolorosos, en zonas del cuerpo bien definidas, como las áreas cercanas a las articulaciones, columna cervical, hombros, espalda, parte anterior o posterior del muslo, entre otras.
La Fibromialgia “está dentro del gran grupo de dolores músculo-esqueléticos (DME), que afectan a los niños, como los dolores de crecimiento o dolores funcionales, la hiperlaxitud articular, entre otros, los cuales son las causas del dolor músculo-esqueléticos que se observan con más frecuencia en edad escolar”, precisa María Teresa Apaz, reumatóloga pediatra de la Clínica Universitaria Reina Fabiola y docente de la Universidad Católica de Córdoba.
“Típicamente es el niño al que le duele todo y representa un desafío para el médico tratante determinar su causa”-remarca la reumatóloga.
SÍNTOMAS QUE DESORIENTAN. Según Apaz, algunos autores denominan a la Fibromialgia como “el gran simulador”, por la variedad de síntomas en que se expresa y que hace pensar en otras enfermedades.
Entre esos síntomas está el de fatiga diurna que se acentúa con la actividad física, rigidez matinal, ansiedad, dificultad en la concentración, cefalea recurrente, dolor abdominal y trastornos del sueño. En este último caso, a los chicos les cuesta dormirse, suelen tener un sueño poco reparador, se despiertan varias veces durante la noche y, en consecuencia, se levantan cansados.
CONTROL Y ADAPTACIÓN. Alrededor del 20% de los pacientes mejora. Pero la Fibromialgia puede exacerbarse y “hay que estar alerta ante la aparición de un signo de alarma, tal como depresión o angustia”, señala Apaz.
El tratamiento depende de cada paciente. El primer paso consiste en la orientación y apoyo al paciente y la familia acerca del carácter real y objetivo del trastorno.
“Es esencial un cambio en la actitud de vida del niño con Fibromialgia Juvenil Primaria (FMJP), y debe ser educado para entender su enfermedad y cómo cooperar para lograr controlarla”, agrega la médica.
También contempla trabajo de rehabilitación y reinserción a las actividades cotidianas, con terapia física y ocupacional, con programas de ejercicios terapéuticos que combinan elongación, aeróbico de bajo impacto, natación y masoterapia.
Además, es necesario el apoyo psicológico del niño y su familia. “Quienes estamos al cuidado de estos niños, también debemos asegurar la suficiente información a la escuela paraque su tarea sea la de adecuar sus actividades escolares a las posibilidades de los niños con Fibromialgia Juvenil Primaria (FMJP) y estimular la integración con sus padres”- dice Apaz.
Los medicamentos son indispensable en adultos, pero “en niños son de menor ayuda”, indica la reumatóloga, aunque suelen utilizarse antiinflamatorios no esteroides y antidepresivos tricíclicos.
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lunes, 24 de diciembre de 2012

FELIZ NOCHEBUENA FELIZ NAVIDAD

Celebremos en esta Navidad
El Amor y la Paz que Jesús nos ha dado.
Que su luz brille en nuestros corazones
Y haga nueva todas las cosas.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD PARA TODAS LAS FAMILIAS PARAGUAYAS 
Y DEL MUNDO.
CON TODO NUESTRO AFECTO,
DESDE FIBROMYRIAN FIBROMIALGIA!!!
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miércoles, 19 de diciembre de 2012

EL DESAFÍO DE LA FIBROMIALGIA La enfermedad afecta la calidad de vida, las relaciones sociales y la vida familiar de los pacientes

Publicado el martes, 12.18.12 Tuesday, Dic. 18, 2012 Por: http://www.elnuevoherald.com 
Buy Photo. El doctor Abel Murillo examina a su paciente en su consulta de La Pequeña Habana. C.M. GUERRERO / El Nuevo Herald
Foto Colombia Páez. Especial/El Nuevo Herald
Colombia Páez. El Nuevo Herald
El solo hecho de levantarse en la mañana para empezar las tareas diarias es todo un desafío para Clara Gómez, quien lleva casi tres décadas luchando contra una condición que afecta calidad de vida, relaciones sociales y vida familiar. Ella padece de fibromialgia, un síndrome que muchas veces es mal diagnosticado, del que todavía no se conoce mucho, pero que ha sido relacionado con el consumo de glutamato monosódico en los alimentos.
“Llevo ya casi 30 años luchando con este mal”, explica Gómez. “Es muy duro vivir así porque esto es algo que no se ve. Los demás no entienden que uno tiene dolor y no se puede mover. Ya había visto a todos los especialistas posibles, hasta que llegué a manos de este doctor que me ha puesto en un tratamiento que me permite vivir mejor”.
El doctor Abel Murillo, anestesiólogo subespecializado en manejo del dolor y afiliado al University of Miami Hospital,
“La fibromialgia es un síndrome en el campo del dolor, cuya característica primordial es un dolor crónico por más de seis meses que claramente abarca no solo la parte superior y la parte baja inferior del cuerpo, sino los cuatro cuadrantes del cuerpo”, explica el doctor Murillo. “Es un síndrome asociado con trastornos en el sueño y la capacidad restaurativa del mismo, pues los afectados padecen de insomnio, se despiertan a cada rato y no pueden descansar bien. También se asocia con la fatiga crónica pues el paciente se siente cansado y no tiene deseos de hacer nada”.
Este es uno de los problemas que afectan a Gómez.“Yo me siento cansada y muy triste porque quisiera hacer más cosas por mis hijos, participar más en sus vidas, pero los dolores en mi cuerpo me lo impiden a menudo. El solo cocinar me deja muy cansada”.
Estos pacientes necesitan mucha comprensión y calma para ser escuchados y poder establecer dónde se presenta el dolor. “Nuestro equipo utiliza diferentes enfoques: psicológico, de trabajo social, terapéutico y médico para el tratamiento de pacientes con dolor y dolor crónico”, explica Murillo. “Con las enfermedades de tipo inmunológico, cuyo origen aún no se conoce, se busca dar alivio a las partes afectadas, como son los nervios, los músculos y tendones, algo característico de la fibromialgia”.
El desafío, según el experto, es que todavía hay un malentendido sobre esta condición, tanto en la población general como en la comunidad médica. Por lo tanto el diagnóstico se produce descartando otras condiciones como el reumatismo, problemas cardiovasculares y la misma diabetes, que pueden enmascarar la fibromialgia. Las últimas investigaciones han identificado en los pacientes con fibromialgia una baja en sustancias como la serotonina.
No existe un examen preciso que identifique como tal la fibromialgia, pero se sabe que aspectos como la comida pueden tener un papel importante en esta condición.
Los Institutos Nacionales de Salud han adelantado estudios en los que se ha encontrado relación entre esta condición y el consumo de glutamato monosódico (MSG), que exacerba los neurotransmisores. Se recomiendan evitar la sustancia y reportan una notable mejoría en quienes la eliminan de su dieta.
El glutamato monosódico y los endulzantes como el aspartame son moléculas exito-toxinas que pueden conducir a una neurotoxicidad cuando se consumen en exceso. Hoy se consiguen en los supermercados productos con la etiqueta de “No MSG”. El MSG se emplea principalmente en los productos procesados, enlatados, embutidos, comida china e incluso algunos alimentos dulces. Por esto los expertos recomiendan leer cuidadosamente las etiquetas de los productos. El MSG está asociado con jaquecas, autismo, depresión, Alzheimer, cáncer, diabetes, epilepsia y otras enfermedades.
Para más información escriba a paincontrol@bellsouth.net, llame al (305)-646-6953 o visite www.msg truth.org/ fibromya.htm.

martes, 4 de diciembre de 2012

YOGA Y FIBROMIALGIA

FUENTE: Fibromialgia. Diagnóstico y estrategias para su rehabilitación. Dr. Carlos Luís Ayán Pérez.
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YOGA
El yoga es una disciplina originada en la India hace más de 4.000 años. El registro más antiguo que existe sobre el yoga (como sistema independiente de autoconocimiento) es el texto Yoga Sutra de Patánjali, escrito aproximadamente entre los años 700-300 a. C. La palabra procede del sánscrito y significa literalmente “Colocar el yugo”, pues une dos bueyes,, uno es el cuerpo y el otro la mente. El Yoga pretende integrar al hombre paraque tome conciencia del Yo profundo, hasta llegar a la iluminación o el desarrollo de la conciencia espiritual. Esto se  consigue a través de la comprensión de la naturaleza, el origen y destino espiritual del ser. La forma más conocida es el Hatha Yoga, que a través de una serie de posiciones del cuerpo o ásanas y la regulación de la respiración, inicia un camino para llegar al dominio del “Sí”.
ASPECTOS CLAVES DEL YOGA
·        El Yoga une el cuerpo y la mente.
·        Las claves de su práctica son:
-        La lentitud de movimiento (al hacer y deshacer cada ásana);
-        La fase estática (o de mantenimiento del ásana);
-        La respiración lenta, consciente y dirigida;
-        La concentración mental: estando alerta y receptivo a todo.
·        Es una práctica segura y saludable, que regula el metabolismo.
·        Reduce el dolor músculo-articular, el insomnio, el estrés y ansiedad.
·        Mejora la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas.
YOGA Y FIBROMIALGIA
A pesar de que existen multitud de estudios que han investigado los efectos del Yoga en diversas patologías, la evidencia de sus beneficios en fibromialgia es escasa. No obstante, la práctica del Yoga, centrada en ejercicios de relajación y estiramiento muscular y en la adopción de posturas que faciliten el control respiratorio, ha demostrado ser eficaz a la hora de reducir el nivel de dolor percibido y el impacto que la fibromialgia tiene en el día a día.
EFECTOS POSITIVOS DE LA PRÁCTICA DEL YOGA EN LA FIBROMIALGIA
Existe evidencia científica de que las técnicas de masaje, relajación y estiramiento muscular pueden ayudar a reducir síntomas como el estrés, el dolor o la ansiedad. Esto explicaría por qué el Yoga (que combina estas tres técnicas) tiene efectos positivos en la fibromialgia. Aunque no se ha descubierto el mecanismo por el cual esto ocurre, se cree que la fibromialgia está asociada a una hiperactividad del sistema nervioso simpático. Por ello, los ejercicios de relajación y meditación reducirían esta actividad anómala y además contribuirían a suavizar la tensión muscular que acompaña al dolor percibido. Además, se considera que la práctica del Yoga estimula el sistema hormonal de manera que mejora la sensación de bienestar y alivia los síntomas de estrés. Por último, es importante mencionar la posibilidad de que la práctica del Yoga estimule el nervio vago, incrementando la actividad del sistema parasimpático y mejorando la regulación del sistema metabólico, lo que se traduciría en un mayor nivel percibido de salud.

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lunes, 3 de diciembre de 2012

HOY ES EL DÍA DEL MÉDICO

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“El médico competente, antes de dar una medicina a su paciente, se familiariza no sólo con la enfermedad que desea curar, sino también con lo hábitos y la constitución del enfermo”. Cicerón
DESDE FIBROMYRIAN FIBROMIALGIA:
¡¡¡A todos los médicos y médicas, que día a día por medio de sus conocimientos adquiridos con sacrificio, trabajan con el corazón; buscando sanar y paliar el dolor y las enfermedades de cada paciente que llega a su consultorio, en busca de alivio:
MUCHAS FELICIDADES EN SU DÍA
Y PÉTALOS DE BENDICIONES!!!

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 RESEÑA HISTÓRICA SOBRE LA FECHA DE RECORDACIÓN
http://www.abc.com
El Día del Médico_335709 / abc color
El 3 de diciembre se celebra el Día del Médico. Esta fecha fue propuesta en el año 1953 por la Confederación Panamericana de Dallas, Texas, como Día de la Medicina en América en conmemoración del nacimiento del científico cubano Carlos J.  Finlay, médico investigador, nacido en Puerto Príncipe, hoy denominado Camagüey, Cuba, el 3 diciembre de 1833 y quien fallece en el año 1915.
Su padre, Edward Finlay (escocés), fue también médico.  Vino de Inglaterra en el año 1820 para unirse a la gesta libertadora de Simón Bolívar, el buque en que viajaba naufragó y el Dr. Finlay quedó en Puerto España, Trinidad.
Conoció a Elisa de Barrés, con quien se casó y luego fueron a Puerto Príncipe. Carlos Finlay recibió su educación en Le Havre, su capacitación médica en Rouen y posteriormente en Filadelfia, en donde tuvo como maestro a Kearsly Mitchell, pionero de la teoría de los gérmenes como agentes patógenos.   
Carlos Finlay fue el descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, la importancia de este descubrimiento se debe a que se trata de la primera infección humana en que se demostraron la intervención causal de un virus y la transmisión de este por picadura de un insecto, el mosquito Aedes aegypti.
Estudió el comportamiento del mosquito, su anatomía y sus hábitos de alimentación en diversas condiciones de temperatura y condiciones atmosféricas, como así también su distribución geográfica en una presentación realizada en la Academia de
Ciencia de La Habana el 14 de agosto de 1881.
Con este descubrimiento se evitaron miles de muertes en América Latina y además facilitó gracias a su investigación prevenir la mortalidad de los operarios en la construcción del Canal de Panamá debido a que en esa época muchos de ellos fallecían a causa de esta afección. 
A raíz de  este descubrimiento también se hallaron  medidas sanitarias para combatir la enfermedad. 
  
El trabajo científico de Carlos J. Finlay   "El mosquito, hipotéticamente considerado como agente transmisor de la fiebre amarilla" es un clásico de la salud pública y se publicó por primera vez en el año 1881 en los Anales de la Academia de Ciencias de La Habana.   
Quiero mencionar que la profesión médica en la actualidad está viviendo grandes avances a nivel tecnológico y científico como así también cambios positivos en la relación médico-paciente.
Debemos tener en cuenta las siguientes reglas éticas fundamentales que protegen la salud física, mental y social de aquellas personas que requieran el saber profesional para curar o aliviar sus dolencias:
-La confidencialidad, es decir, el resguardo del secreto médico.   
-Veracidad en la información claramente requerida.   
-Consentimiento informado de parte del paciente o sus responsables de los riesgos y beneficios de la terapéutica propuesta por el médico.   
-Justicia, es decir, el trato con equidad para toda persona cualquiera fuere su condición social, sus ideas políticas, raza, religión o sexo.
   
Dr. Basilio Torres
basilio-torres@hotmail.com
(*)  Médico siquiatra del trabajo,   médico legista.
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