Tras el largo “peregrinar” consigues un diagnostico:
Fibromialgia.
Tras el diagnóstico
viene el alivio “ya sé lo que tengo”.
Tras el alivio viene….
… es larga la lista de
lo que viene después, lista que varía según cada paciente.
No podemos esperar que
el médico, la familia, las amistades, la sociedad, los políticos etc.… crean,
entiendan, comprendan, apoyen. (Es muy pequeño el porcentaje de quien sí que lo
hace).
Por eso, a
pesar de la fibromiagia no pierdas:
- Fe en la vida.
- Ilusión por las pequeñas cosas.
- Bondad con tu persona.
- Risas.
- Orgullo de ser quien eres.
- Mirada de esperanza.
- Interés por lo que te rodea.
- Amistades duraderas.
- Logros diarios, por pequeños que sean.
- Ganas de vivir.
- Indiferencia ante la incomprensión.
- Avance paso a paso.
Y si aún no lo has
conseguido, trabaja por conseguirlo, pero NO TE RINDAS.
Es fácil,
aunque no barato, tomar medicinas (que nada resuelven, en la mayoría de
los casos).
La actividad física,
alimentación, relación con los demás, disfrutar de lo que
tengamos, ESO ES LO VERDADERAMENTE DIFÍCIL y no es tarea de
un día, pero hay cosas que sólo dependen de nosotros y “Nadie
hará por ti lo que esté en tus manos hacer”. El artífice de nuestra
calidad de vida somos cada uno. Y no olvidemos que:
Somos personas afectadas
por Fibromialgia, no somos fibromialgicos/as.
Autora:
Mª Carmen Megía Redondo. Afectada de Fibromialgia. Secretaria de AVAFI. Asociación Valencia de Afectados de
Fibromialgia.