Domingo 2 septiembre 2012 | 19:00
Publicado por Isabel Reyes. Fuente: http://www.biobiochile.cl
Imagen: TipsTimes (CC)
Les duele todo. Acusan un dolor generalizado en el cuerpo con ciertos dolores puntuales más intensos que algunas veces, es acompañado de una fatiga inmensurable. Eso es lo que sienten a diario los pacientes de fibromialgia, que son en un 75 a 80% mujeres de entre 33 a 55 años.
La fibromialgia es una enfermedad reumática crónica, que se caracteriza por cuadros de dolores intensos y generalizados a lo largo de todo el cuerpo, que afectan los tejidos articulares y musculares, relacionada también muchas veces, con sensación de cansancio, agotamiento físico y frecuentemente, con trastornos del ciclo del sueño.
Hay veces que se describen casos de “FM (fibromialgia) primaria, o sea, una alteración original y cuadros de FM secundaria, asociada a otras patologías de tipo reumatológico, endocrino e incluso, psicológico”, explica el médico Hernán Contreras, traumatólogo de la Universidad de Concepción.
Sobre ésta, se cree que los pacientes poseen un trastorno en la percepción del dolor, la que se encuentra exacerbada. “Es decir, perciben el dolor con una intensidad mayor a otras personas, frente a un mismo estímulo”, afirma.
Así, lo comprueba Ximena Galleguillos, Directora de la Corporación Fibromialgia de Chile, quien padece de enfermedad hace ya, 25 años. “Mi primera crisis fue a los 18 años, luego de que me operé de apendicitis. En el año 97 tuve una crisis horrorosa. Me costó encontrar médico pero finalmente, un neurólogo me diagnosticó y empecé un tratamiento con algunos medicamentos y terapias como, kinesiólogos, yoga, acupuntura, entre otras, para manejar la enfermedad”.
“Me duelen las carnes”, era lo que les describía a los médicos que, en primer lugar, asociaron su dolor a un estrés laboral, lo que le pareció inexplicable a Ximena, puesto que adoraba su trabajo y el lugar era muy grato. Ella cree que su enfermedad gatilló luego del fallecimiento de su madre. “Siempre fueron dolores en el cuerpo en general, como apaleada. Todas empezamos viendo a un traumatólogo porque se trata de un dolor de caderas o rodillas. Uno le echa la culpa a los zapatos o bolsos pesados”.
En cuanto a esto, se indica que no existe un tratamiento único que sea efectivo, es decir, no hay un fármaco o medicamento exclusivo que mejore la enfermedad. “Esto se debe a que en realidad se habla de Síndrome de Fibromialgias, que aluda a que su origen obedece a diversas causas y los mecanismo fisiopatológicos de los dolores y de los otros síntomas son múltiples, por ende, lo que sí existe es un esquema de tratamiento, con variados medicamentos y recursos, que debe ser una “receta” casi personalizada por cada paciente, puesto que cada uno tiene una respuesta diferente a los fármacos”, agrega el médico Hernán Contreras.
Es por eso que hace 12 años se creó la Corporación de Fibromialgia de Chile, que busca apoyar y educar a los pacientes para que conozcan la enfermedad. Además, hace 8 años trabajan en conjunto con el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, para facilitar el manejo de ésta.
Según el último catastro que realizó la Corporación , existen 5 mil 600 pacientes a nivel nacional. Esta cifra fue presentada ante el Ministerio de Salud que, desde octubre de 2011, trabajan en conjunto en la preparación de una guía clínica con la forma de diagnóstico y tratamiento, que será distribuida a nivel nacional en todos los centros de salud.
Finalmente, Ximena Galleguillos asegura que asumir esta enfermedad “va fundamentalmente en la actitud de vida que uno tenga. Yo jamás me he cuestionado por qué me pasó a mí. Así, uno aprende a lidiar con la enfermedad, a conocer su cuerpo y dolores, y evitarlos con medicamentos cuando siente que es necesario”.
“Vivir con el dolor es parte de nuestra vida diaria. El dolor no se pasa nunca, sólo baja la intensidad con medicamentos y tratamientos”, reflexiona.
Cabe recordar que el 12 de mayo es el Día Internacional de la Fibromialgia, proclamado en homenaje a Florence Nightingale (nacida en 12 de mayo de 1820), inspiradora de la creación de Cruz Roja, quien hacia los 40 años sufrió una enfermedad similar a la Fibromialgia que la obligó a pasar prácticamente el resto de su vida en cama.