lunes, 16 de octubre de 2017

EL ENFOQUE DE LA INTELIGENCIA… ESPIRITUAL según Francesc Torralba





Como paciente, familiar de algún paciente, profesional de la salud, ¿se ha preguntado alguna vez, de lo que realmente significa ser inteligente?, ¿qué opinas de la inteligencia espiritual?, es un tema que se abordará desde ahora desde la perspectiva del Dr. Francesc Torralba. Su concepto de inteligencia, inteligencia espiritual ayudará a comprender lo que es la inteligencia, la inteligencia espiritual, etc. Espero que este tema te ayude a comprender y entusiasmarte por el tema.


El filósofo y teólogo español Francesc Torralba Roselló ha escrito el libro “Inteligencia Espiritual” en el cual expone sus reflexiones al respecto de la inteligencia espiritual, después de la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner y de la Inteligencia Emocional de Daniel Goleman, abre una nueva vía de investigación, todavía muy pionera, que amplía y complementa significativamente las intuiciones de ambos investigadores.

Según Francesc Torralba, la idea de que en el ser humano exista una inteligencia espiritual que opera en íntima conexión con las otras formas de inteligencia ha sido puesto de relieve en el contexto anglosajón y americano, pero todavía no se ha desarrollado en el ámbito de lengua hispánica.
La expresión inteligencia espiritual puede suscitar ciertas perplejidades e incomprensiones, por múltiples motivos: la visión materialista del ser humano (tridimensional: físico, emocional, social); sin embargo, filósofos, psicólogos, psiquiatras, neurólogos, antropólogos y teólogos detectan en el ser humano una serie de operaciones, un campo de necesidades y poderes que difícilmente se puede explicar a partir del cuadro de inteligencias múltiples que ofreció Gardner. Inclusive el mismo Gardner no descarta tal posibilidad. Da la impresión de que tal tipo de capacidades – la inteligencia espiritual-sólo puede explicarse correctamente si se reconoce en el ser humano una forma de inteligencia como la espiritual (tetradimensión: físico, emocional, social y espiritual).   


Él concibe el ser humano como una unidad multidimensional, exterior e interior, dotado de un dentro y de un fuera, como una única realidad polifacética, capaz de operaciones muy distintas en virtud de las diversas inteligencias que hay en él.
La inteligencia espiritual faculta al ser humano para el análisis valorativo de la propia existencia y de los ideales y horizontes de sentido de la misma, y abre otras posibilidades que no están contenidas en el término trascendente, existencial. Por lo tanto, la tesis que presenta es que en el ser humano, más allá de su vida exterior, existe una vida interior que es consecuencia directa del cultivo de la inteligencia intrapersonal y de la espiritual.


Presenta la tesis de que el ser humano goza de un sentido espiritual que padece unas necesidades de orden espiritual que no puede desarrollar ni satisfacer de otro modo que cultivando y desarrollando su inteligencia espiritual y el olvido de esta dimensión conduce a un grave empobrecimiento, una especie de anemia espiritual.
Además, afirma que todo ser humano, independientemente de su credo religioso o adhesión confesional, dispone de una inteligencia espiritual, que es una capacidad que permite múltiples desarrollos y experiencias. Más allá de la adscripción confesional, todo ser humano tiene un sentido y unas necesidades de orden espiritual, y éstas pueden desarrollarse tanto en el marco establecido de las tradiciones religiosas como fuera de ellas. Reivindica una comprensión holística del mismo, desde el pleno respeto a las distintas opciones religiosas y laicas, permitiendo identificar una serie de capacidades y de posibilidades espirituales en todas las personas.



La cuestión de la inteligencia espiritual que propone y divulga Francesc Torralba en contextos de anemia espiritual, es todo un desafío, porque el desarrollo de esta forma de inteligencia abre nuevos horizontes, por lo que amerita pensar estrategias oportunas para educar tal forma de inteligencia y estimularla en todas las personas, independientemente de su espiritualidad, religiosidad o confesionalidad, en todas las etapas de la vida, en todas las esferas y campos del ser humano.

La inteligencia denota la capacidad de discernir, de separar, de cribar entre distintas alternativas y poder tomar la decisión más oportuna. Una persona inteligente es de hecho una persona que sabe separar lo esencial de lo accidental, lo valioso, lo que necesita, es decir, se refiere a esta capacidad de discernir.
La inteligencia proviene de intus (entre)  y leggere, que significa escoger o leer. Ser inteligente es pues, saber escoger la mejor alternativa entre varias, pero también, saber leer en el adentro de las cosas, porque tiene la capacidad de deliberar, de sopesar los pros y los contras de tal decisión y anticipar las posibles consecuencias que se desprenden de la misma.


La inteligencia permite recoger a través de la memoria las experiencias del pasado y anticipar, mediante la imaginación, los hipotéticos escenarios de futuro, salvando al ser humano de muchos fracasos y abre las puertas a la conquista del éxito personal, afectivo y profesional.
La inteligencia es la capacidad de aprender o de comprender, como la facultad de conocer, comprender algo. Es la capacidad y la habilidad para responder de la manera más adecuada posible a las exigencias que presenta el mundo. Permite reflexionar, examinar, revisar e interpretar la realidad. Existe una respuesta primaria, de carácter instintivo; pero más allá de ella, el ser humano en virtud de su inteligencia, es capaz de contener tal respuesta y pensar con anterioridad, cuál es la que debe dar atendiendo al contexto. La inteligencia permite elaborar respuestas complejas a situaciones vitales, respuestas pensadas y meditadas que superan la lógica mecánica del estímulo y la respuesta.



La inteligencia es la capacidad que permite adaptarnos con cierta velocidad a los recursos disponibles y a enfrentarnos a situaciones nuevas que no habíamos predicho con anterioridad. La inteligencia nos da la necesaria habilidad para resolver problemas y elaborar productos que son de importancia en un contexto cultural o en una determinada comunidad. Esta capacidad de resolver problemas permite abordar una situación en la cual se persigue un objetivo, así como determinar el camino adecuado que conduce al mismo. La inteligencia es el conjunto de aptitudes que las personas utilizan con éxito para lograr sus objetivos racionalmente elegidos; permite planificar y codificar la información y activar la atención. Planificar incluye, entre otras cosas, generar planes y estrategias; y seleccionar los planes útiles y ejecutarlos. Incluye la toma de decisiones, dirigir el comportamiento, utilizando la información captada, aprendida, elaborada y producida por él mismo. 

El autogobierno mental es un poder que emana directamente de la inteligencia. Proporciona los medios para gobernarnos a nosotros mismos, de modo que nuestros pensamientos y acciones sean organizados, coherentes y adecuados tanto a nuestras necesidades internas como a las necesidades del medio ambiente.
Para Francesc Torralba, la inteligencia es esa potencia que permite conocer la realidad en distintos grados y niveles de profundidad. La inteligencia cumple, una función adaptativa: permite vivir y pervivir. La inteligencia humana se adapta al medio adaptando el medio a sus necesidades, pone el corazón más allá del horizonte porque se plantea continuamente nuevas metas que le producen incesantes desequilibrios. En síntesis, la inteligencia es una facultad tan escurridiza, astuta, tremenda y ocurrente; es ante todo, la capacidad que tiene ésta de crearse a sí misma. Por lo tanto, es un desafío para comenzar a profundizarla.
Fuente: Francesc Torralba, Inteligencia espiritual

Las imágenes fueron seleccionadas de la Web.