Imagen incluida en el artículo
Paz y bendiciones mis queridos lectores de
Fibromyrian. Escribir para ustedes es una verdadera medicina para mí.
Bien lo saben todos los
lectores que acostumbran visitar mi blog, que como paciente de fibromialgia que
soy, siempre comparto artículos de interés para el desarrollo personal. Y éste material que
hemos seleccionado en el grupo fibrofamilia, no sería la excepción, y se basa en un artículo de la Psicóloga Laura Kronaweter, publicado en el periódico Abc digital de Paraguay, el pasado 30 de Noviembre, que les presentamos a continuación.
Psic.
Laura Kronawetter
Todos dormimos, y al igual que el agua y
los alimentos, el sueño es una necesidad biológica fundamental de los seres
humanos. Después de dormir bien nos sentimos energizados y descansados.
Contrario a lo que pareciera, tanto el cerebro como el cuerpo se mantienen
bastante activos mientras estamos durmiendo. El hipotálamo, una estructura
pequeña ubicada en la base del cerebro, se encarga –entre otras tareas– de
coordinar la inducción de sueño con la llegada de la noche. De igual manera,
varias estructuras cerebrales coordinan la liberación de hormonas a lo largo
del sueño, las cuales tienen influencia en todo el cuerpo.
Los especialistas coinciden en
afirmar que dormir menos de seis a ocho horas por día es poco; y que ese poco
sueño acumulado produce a la larga una desregulación de los ciclos del
organismo que a su vez generan desajustes físicos y mentales. El sueño no se
recupera, las horas que no dormimos no las compensamos con un fin de semana o
siestas diarias. Cuando dormimos poco también acumulamos un cansancio
progresivo que en algún momento nos pasa la factura.
El dormir es algo tan natural, que no
es habitual pensar cómo lo logramos, y cuando no podemos dormir, buscamos
soluciones inmediatas que muchas veces no son adecuadas. El insomnio, sea como
demanda principal o asociado a otro problema psicológico, es frecuente en
terapia y requiere de una evaluación extensa y de un entrenamiento en técnicas
apropiadas al tratamiento necesario.
Lo primero es tratar de identificar
las causas, las pautas serán distintas para cada caso. Hay que evaluar si
realmente es insomnio o no. Estar sin dormir una noche de manera aislada no se
considera insomnio. El ruido, el calor, el haber estado demasiado activo
durante el día pueden hacer que sea imposible conciliar el sueño cuando lo
deseamos. En este caso es conveniente asumir la pérdida de horas de sueño con
total naturalidad, tratar de estar relajados o incluso levantarse y aprovechar
estas horas extra de vigilia para realizar otras actividades, que sean
gratificantes o productivas. Es cierto que durante el día estaremos más
cansados pero al ser una causa puntual la que impedía el sueño, pronto
volveremos a equilibrar nuestro ritmo.
Muchas veces por alguna razón hay
cambios en los horarios del sueño, como trasnochar, levantarse tarde, echarse
siestas, que son actividades que podrían impedir conciliar el sueño por la
noche y estar cansados durante el día.
Identificar hábitos incorrectos
Una buena manera de identificar que
se están siguiendo hábitos incorrectos es registrar la hora en que se va a la
cama, la hora aproximada en que uno se durmió y el horario en que uno se
levanta, incluyendo siestas. Los resultados de los registros pueden
sorprendernos y hacernos entender que no existe realmente un problema, más allá
de cambiar esa rutina. Hay que señalar que dormir de día o hacerlo en periodos
distintos produce un sueño de menor calidad y probablemente de menos horas.
El no poder dormir, el no hacerlo en
forma continua, generalmente está asociado con alteraciones médicas, psicológicas,
sociales y ejercen un efecto negativo sobre nuestro estado general. Repercute
en el estado de ánimo y la persona se vuelve irritable, cansada, intolerante,
pierde el interés por todo y se vuelve muy vulnerable a patologías como
depresión y trastornos de ansiedad. Parece que nuestra cabeza está esperando a
que nos tumbemos en la cama para dar vueltas a ese tema que tanto malestar nos
causa. Esto es así porque cuando existe una baja estimulación e inactividad se
facilita el rumiar pensamientos y tenemos la costumbre de repasar el día o
planificar el siguiente antes de irnos a dormir. Es un gran error, sobre todo
si hay temas que nos preocupan o angustian.
Lo que se puede hacer
La famosa técnica de “contar
ovejitas” tiene como función impedir pensar a la vez en aquello que nos activa.
Es útil aplicar técnicas de relajación, perfectamente ejecutables en la cama y
que disminuyen las señales fisiológicas que nos mantienen activados. A las
anteriores causas de no conciliar el sueño se suma la propia angustia de no
poder dormir, contamos las horas que nos quedan de sueño, anticipamos lo
desastroso que será el no poder estar descansados al día siguiente y damos
vueltas preguntándonos por qué nos está pasando esto. La preocupación de no
dormir nos mantiene activos y puede durar todo el día, generando una angustia
incompatible con relajarnos.
Es cada vez más común consumir
productos para combatir los problemas de insomnio, estos pueden ir desde
remedios caseros o infusiones relajantes, hasta fármacos que regulan la
somnolencia. La medicación sola no es una solución. Puede ayudar si es pautada
por un médico en determinadas situaciones, pero debemos insistir con las
medidas de higiene del sueño.
Nos resultó interesante la info y la fuente de la misma cuando la leímos en nuestro grupo de fibro-familia, considerando que es la óptica de una profesional psicóloga, conocedora del tema; la encontramos muy relacionada con situaciones que frecuentemente nos pasa como pacientes de fibromialgia, dolor crónico y padecimientos afines, por eso quisimos compartir contigo.
Y relacionado al tema, el Dr. Manuel Martínez Lavín, nuestro médico investigador referente, afirma que "... la alta prevalencia de este tipo de enfermedades, probablemente refleja el hecho de que los seres humanos hemos hostilizado al medio ambiente. Como ejemplo se puede mencionar la pérdida de la tranquilidad durante la noche que llegó a la par de la industrialización. Antes, el anochecer se acompañaba de oscuridad, silencio y descanso. Ahora, la noche es ruido, luz y actividad". (Cf. Martínez Lavín, La Ciencia y la Clínica de la Fibromialgia. Manual práctico para los profesionales de la salud. Editorial Médica Panamericana, pág. 27).
Como paciente de fibro que soy, conozco perfectamente que convivimos con tantos síntomas a la vez, y el trastorno del sueño es uno de ellos, y muy caracterítico como el cansancio y el dolor. “Cuántas veces me digo a mí misma ¿quién soy ahora? Ya no soy la misma Myrian de antes, porque la fibromialgia es una enfermedad de las limitaciones invisibles y de la soledad silenciosa. Por eso, conocerla mejor para afrontarla día a día es mi fórmula, pues “la información otorga poder”, y el estar bien informada sobre lo que me aqueja, me ayuda a entender de que la medicación sola, no basta para afrontar la fibromialgia, hace falta ser proactivas ante la misma, no nos demos por vencidas y saquemos fuerzas de donde no hay, en mi caso, esa fuerza me viene de Dios, sólo el Padre como Él, misericordioso y providente, puede darme una fuerza de espiritualidad y resiliencia.
En este contexto lo hablamos en nuestro grupo de apoyo y contención familiar y de amigos, Fibromyrian-Fibrofamilia, de espiritualidad y resiliencia. Y les invitamos a prepararnos en este tiempo de Adviento para el nacimiento del Niñito Jesús en nuestros corazones, el amigo incondicional que nos acompaña todos los días.
Y relacionado al tema, el Dr. Manuel Martínez Lavín, nuestro médico investigador referente, afirma que "... la alta prevalencia de este tipo de enfermedades, probablemente refleja el hecho de que los seres humanos hemos hostilizado al medio ambiente. Como ejemplo se puede mencionar la pérdida de la tranquilidad durante la noche que llegó a la par de la industrialización. Antes, el anochecer se acompañaba de oscuridad, silencio y descanso. Ahora, la noche es ruido, luz y actividad". (Cf. Martínez Lavín, La Ciencia y la Clínica de la Fibromialgia. Manual práctico para los profesionales de la salud. Editorial Médica Panamericana, pág. 27).
Como paciente de fibro que soy, conozco perfectamente que convivimos con tantos síntomas a la vez, y el trastorno del sueño es uno de ellos, y muy caracterítico como el cansancio y el dolor. “Cuántas veces me digo a mí misma ¿quién soy ahora? Ya no soy la misma Myrian de antes, porque la fibromialgia es una enfermedad de las limitaciones invisibles y de la soledad silenciosa. Por eso, conocerla mejor para afrontarla día a día es mi fórmula, pues “la información otorga poder”, y el estar bien informada sobre lo que me aqueja, me ayuda a entender de que la medicación sola, no basta para afrontar la fibromialgia, hace falta ser proactivas ante la misma, no nos demos por vencidas y saquemos fuerzas de donde no hay, en mi caso, esa fuerza me viene de Dios, sólo el Padre como Él, misericordioso y providente, puede darme una fuerza de espiritualidad y resiliencia.
En este contexto lo hablamos en nuestro grupo de apoyo y contención familiar y de amigos, Fibromyrian-Fibrofamilia, de espiritualidad y resiliencia. Y les invitamos a prepararnos en este tiempo de Adviento para el nacimiento del Niñito Jesús en nuestros corazones, el amigo incondicional que nos acompaña todos los días.
Un abrazo sanador para todos… SHALOM. Paz y Bien. Con afecto; Fibromyrian-Fibrofamilia,
MRA-PY. "Para mejorar tu calidad de vida con espiritualidad y
resiliencia".
Imagen original, producción propia de Fibromyrian-fibrofamilia
Fuente Consultada: abc digital, 30 de noviembe de 2018. Lic. Laura Kronawetter(*).
laurykrona@hotmail.com
Imágenes en su mayoría, seleccionadas de la Web, excepto la primera y última imagen.
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